domingo, 20 de mayo de 2012


"La alegría, ¿sabes?, es justamente lo que más he añorado. Posteriormente, seguro que sí, incluso he sido feliz; pero la felicidad es, respecto a la alegría, como una lámpara eléctrica respecto al sol. La felicidad siempre tiene un objeto, somos felices por algo, es un sentimiento cuya existencia depende de lo exterior. La alegría en cambio, no tiene objeto. Te posee sin ningún motivo aparente, en su esencia se parece al sol: arde gracias a la combustión de su propio corazón." 

"He dejado mi personalidad para adquirir un carácter. El carácter, ya tendrás ocasión de comprobarlo, es mucho más apreciado en el mundo que la personalidad.
Pero carácter y personalidad, contrariamente de lo que se suele cree, no se acompañan; es más, la mayor parte de las veces se excluyen de manera perentoria el uno al otro."

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