jueves, 28 de abril de 2011

Quiero.

Quiero que escape del mundo conmigo, ¡vámonos a Marte! Lejos del ruido y cerca del arte.
Quiero despertar escuchando su voz y dormir en el salón de un corazón que no se parte. 
Quiero que viva sin televisor, a la deriva de mil temas de conversación. 
No quiero que sea perfecto ni que necesite fiestas que le diviertan. 
Quiero que escuche conmigo música selecta. 
Quiero que al final de la peli siga despierto. 
Quiero...
Sobrevivir a los tópicos muertos, hacer esquí en cada curva de su cuerpo y que podamos decir que el mundo sigue siendo nuestro, sin tener que definir ninguna imagen al resto. 
Quiero que me mire y me sonría, quiero enamorarme de su piel el primer día, sentados en un banco dormir en su barriga. 
Quiero que me pinte besos que no borraría. 
Quiero pasear por la ciudad, que hable y no me escuche, sólo me quiera besar. 
Quiero que me abrace mientras duermo, que sea sencillo y que sepa amar. 
Quiero pasear por la orilla de su cuerpo. 
Quiero...
Estar cenando chocolate, ver horas pasar, perderme entre su pelo enredado entre mis manos, que tenga mil defectos que no se puedan curar, que juntos nos riamos de lo bueno y de lo malo. Quiero estar lejos del discurso de siempre, que sigamos igual cuando se termine septiembre. Quiero que sea distinto de cómo soy yo, sería aburrido, ¿no crees? Si somos iguales los dos. Quiero que despierte conmigo todos los días del año, que no haya rencor en sus palabras para hacerme daño, quiero que me pida todo lo que quiera, quiero cocinar con el; no cenar fuera.

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